Barcelona estrenó los primeros contenedores de basuras inteligentes, como respuesta a la crisis que se generó en Sant Andreu de Palomar a raíz de la puesta en marcha de la recogida puerta a puerta. Una polémica que provocó que se diera un paso atrás en el calendario previsto para extender el sistema a otros barrios. 

Mientras, se eliminaron los contenedores individuales para la materia orgánica y se instalaron los nuevos contenedores inteligentes, que, a diferencia de los anteriores, se pueden usar cada día a cualquier hora. 

En cuanto al sistema de apertura de los contenedores que se instalaron, este es mediante un llavero que los vecinos podían recoger en los puntos de información que se habilitaron.